martes, 22 de enero de 2008

PORAI

“Porai” son muchos lugares y ninguno a la vez, en estas imágenes Aarón Sosa nos demuestra que el lugar es lo que menos importa a la hora de retratar niños, el “Porai” los universaliza, los hace nuestros, accesibles. Los fotografía de igual a igual sin sacarlos de su entorno y sin interrumpir el instante, algunos le posan otros ni lo notan o se hacen los desentendidos pero se dejan ver. A través de su visión nos hace sentir que nos pertenecen un poquito. Los vemos y tenemos la impresión de que puede ser la foto del vecinito, la hija de la amiga, el sobrino tremendo, nuestro propio hijo o hasta nosotros mismos capturados en no sabemos que momento y por quién en algún tiempo remoto.

Si observamos bien es posible evocar ese “Micro mundo” al que alguna vez pertenecimos y puede ser que retornemos aunque sea fugazmente al “Nunca Jamás” del que muchas veces deseamos no haber partido.

Si nos preguntamos que es un “Niño de Porai” se pudiera decir que es una “cara sucia al viento, una cabeza desgreñada, cuatro metras, un palito y una chapa, algo “empegostado” parecido a chicle guardado en el bolsillo, el juego de la “Ere” y las Escondidas; un, dos, tres pollito Inglés y una risa a carcajadas”. Es un homenaje a los muchachos que sueñan, que juegan, que trabajan, es una alabanza a la vida y a la inocencia. Es un homenaje a todos los que aun se sienten como niños aun después de haber crecido.


Miglangel Bompart